Cuando eres una persona ambiciosa sientes que fallas seguido, ¿te has preguntado por qué? Aunque no lo creas, las metas pueden hacerte pasar tragos amargos cuando las cosas no salen como las planeabas.
Aunque mucha gente no lo acepte, vivimos en un mundo que refuerza este sentimiento, ya que te guste o no, todos comparamos lasposesiones materiales con el éxito.
Un estudio por Strayer University encontró que 90% de los estadounidenses creen que la felicidad es el indicador más grande deléxito, (más que el mismo poder o prestigio).
Adrentándonos más en el tema, 67% definió al éxito como tener buena relación con amigos y familia, mientras que 60% dijo que es amar lo que uno hace. Sólo 20% aseguró que la riqueza monetaria es la que determina el éxito.
Cuando se trata de éxito, nuestros ojos suelen llevarnos por mal camino, pues es difícil pensar que aquellos que tienen las casas más grandes, los coches más lujosos y los amigos más influenciadores, no son los más exitosos.
Independientemente de lo que logres, siempre habrá alguien con más y esto te hará sentir que pierdes. Recuerda:
Si alguna vez te preocupas por no ser lo suficientemente exitoso, tal vez no estás evaluando las características correctas. A veces sólo necesitas un recodatorio de todo lo que has logrado. Estos son los indicadores:
1. Ya no eres el centro del universo
Todos conocemos a gente exitosa que actua como si fuera el centro de todo, ya que, (según ellos) es su mundo y el resto de nosotros vive en él. Eso no es éxito.
El éxito requiere de empatía, de darte cuenta que los sentimientos y sueños de los demás son igual de importantes que los de nosotros.
2. Te mantienes positivo
La esperanza y el optimismo son esenciales componentes de una vida feliz. Si te quedas atascado en las cosas que te han salido mal, te vas a amargar y te volverás resentido. Cuando eso pase fallarás, sin importar lo que hayas logrado.
El éxito real significa siempre ver el lado positivo y creer que tienes el poder de hacer de las peores situaciones algo mucho mejor.
3. Sabes que el fracaso no es para siempre
Haz aprendido que las únicas personas que nunca fallan son aquellas que no lo intentan. Si fracasas, no piensas automáticamente que eres un perdedor, al contrario, ves a éstas como una oportunidad para aprender.
Tus errores pavimentan el camino del éxito y es esa frustración que sientes la que te obliga a ver las cosas de una manera distinta.
4. Mantienes las cosas en perspectiva
Las cosas malas pasan. Es parte de la vida. Pero siempre ten en mente que para muchos, nuestros peores días parecieran vacaciones para los que realmente tiene problemas, como lo es no tener que comer, o intentar sobrevivir a una guerra Civil.
Dejar las llaves adentro del coche, o que no te hayan promovido no suena tan mal si lo ves desde otra perspectiva. Si tu manejas esta hablidad a la perfección ya tienes un gran éxito de tu lado.
5. Pides ayuda cuando lo necesitas
El no querer pedir ayuda, sin importar la posición en la que te encuentres, es una señal de inmadurez emocional.
Pedir ayuda significa que ya entendiste que no tienes que demostrar que eres perfecto todo el tiempo. Hacerlo demuestra que no te da miedo que la gente vea tus debilidades, pues sabes que no se llega sólo al éxito.
6. Te das cuenta que la vida no es un juego al azar
Y tampoco es un sube y baja. Solamente porque alguien logre un éxito enorme no quiere decir que tu pierdas a la misma proporción. Sólo quiere decir que no ganaste esa vez en particular. Un signo seguro de éxito es la hablidad de celebrar el éxito de otros con entusiasmo sincero.
7. Sabes cuál es la diferencia entre ser dramático y ser emocional
¿Recuerdas aquellos días en los que las relaciones estables te causaban pereza y rápidamente te cansabas de cualquiera que te tratara como debería? Si ese tipo de drama ya es cosa del pasado ¡felicidades! Preferir la estabilidad ante el drama ya es triunfar.
8. Ya no te importa lo que los demás piensen
Sólo te preocupa la demás gente cuando todavía sientes que tienes que probar algo. Así que si ya no te pasa, puedes sentir que lo has logrado.
Cuando eres sincero contigo mismo y tus principios te das cuenta que las opiniones de los demás son sólo eso, opiniones. No tienen efecto en la realidad y no cambian quién eres.
9. Aceptas qué es lo que no puedes cambiar y lo que sí
Hay una gran diferencia entre pesimismo y practicidad. Si hay un huracán aproximándose no hay nada que puedas hacer para detenerlo, pero una vez que aceptas que éste está cada ve más cerca, empiezas a trabajar en cómo mitigar sus efectos.
Sólo te podrás mover hacia delante una vez que hayas explorado tus opciones. Tomar responsabilidad de cambiar las cosas que no te gustan de tu vida es un gran indicador de éxito.
No tiene sentido que te sientas un fracaso solamente porque crees que deberías tener un mejor trabajo, una casa más grande o un coche más nuevo. El verdadero éxito viene de adentro y es completamente independiente a las circunstancias.
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