Escribir la Palabra en las tablas de tu corazón siempre genera una alegría que proviene del espíritu y no de la carne. Si tu alegría depende de tus pertenecias, de los castillos de arena que estás construyendo, debes saber que el océano en algún momento se llevará tus creaciones. Lo importante para el Señor no es que termines el castillo, sino cómo vives el proceso de construcción; por eso debes alegrarte con lo que Dios te da, no importa las circunstancias. Si por momentos sientes que pierdes la alegría de vivir y de celebrar lo que tienes, no olives que somos forasteros en este mundo y que nada nos llevaremos cuando nos toque partir. Lo importante es levantarse cada día y seguir construyendo en fe, solo un ladrillo a la vez.
Prédica de Dante Gebel: La Felicidad de no tener nada. Ver Video:
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