En Salmos 23:5 dice: “Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones”.
Tal vez te has enterado que hablaron mal de ti a tus espaldas, que te critican injustamente, o que te han querido avergonzar en presencia de otras personas, y aunque esto es una desagradable experiencia, debes estar tranquilo sabiendo que el Señor es tu ayudador y defensor, quién toma tu causa, quién escucha todo aquello que han dicho o hecho en tu contra.
Aún las cosas que no sabemos qué han dicho maliciosamente de nosotros, el Señor ha tomado nota, por cuanto eres su ungido, una hija e hijo amado. Él saldrá en tu defensa de una manera contundente. Está preparando una mesa de bendiciones para ti, para que la disfrutes, y esto será en presencia de tus críticos. Todos aquellos que han intentado frenarte, no solo que no lo lograrán, sino que te verán en una posición de honor como nunca antes te han visto. El tiempo de tu visitación llega, el tiempo de tu ungimiento y levantamiento está por verse, por cuanto has creído y esperado con paciencia. El Señor es galardonador de los que le buscan, es su escudo y defensa en todo tiempo.
Hagamos juntos esta oración:
“Padre Dios, gracias por estar a mi cuidado, por ser mi defensor y ayuda. Te pido que intervengas en toda situación injusta en mi vida. Recibo ahora la mesa de bendiciones y la unción que tienes para mi, en el nombre de Jesús. Amén”
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