La increíble historia del águila real nos dice que esta ave llega a vivir hasta 70 años; sin embargo, al llegar a los 40 sus plumas comienzan a ser tan pesadas que se le complica volar, su pico es tan encorvado que se lastiman y sus uñas son tan largas que ya no puede sujetar a sus presas. Es justo en ese momento en el que deben tomar una difícil decisión: pasar por un proceso de 150 días de dolorosa renovación, o morir. ¿Ustedes qué decidirían? La mayoría tal vez preferiría morir… y no precisamente de terminar con el ciclo de la vida, sino de una muerte emocional y motivacional, lo que todavía es peor.
Existen dos palabras clave en la historia del águila: decisión y proceso. Si ésta decide pasar por el proceso doloroso de renovación, tiene que aislarse en lo alto de una montaña y golpear su pico contra las rocas hasta que caiga por completo, después esperar a que le crezca, arrancar una por una sus uñas y con las nuevas debe quitar todas sus alas para que le nazcan nuevas. Por fin, renovada, el águila puede vivir 30 años más.
Cuando sabemos que es tiempo de cambiar y mejorar para continuar, y entender que es un proceso complicado y doloroso por el que se tiene que atravesar, la mayoría de las personas tal vez comiencen a rendirse, pues sentirán miedo por lo complicado que será y por el dolor que experimentarán, algo que no es muy alentador para muchos; sin embargo, no es imposible. Si el proceso del águila lo aplicamos en nuestra vida, sería como lo siguiente.
1. Darnos cuenta de la necesidad de mejorar nuestra vida
Para iniciar una transformación de vida, primero debemos desearla y buscar aquello que te motiva a ser mejor. Recuerda que querer cambiar no es algo que deseen todos, existen personas que están conformes con lo que tienen y con lo que son, aunque esto no signifique que son felices. Por eso, desear ese cambio es primordial para comenzarlo.
2. Ubicar aquellas situaciones o emociones que queremos cambiar
Para generar un cambio real, éste debe ser interno, razón por la cual es necesario identificar aquellas emociones negativas que no nos permiten avanzar —miedo, enojo, timidez, rencor— y esas situaciones que nos atan o estancan —no perdonar a alguien, terminar una relación, muerte de algún ser querido, decepciones, etc.—, luego de hacerlo es más fácil saber lo que queremos transformar.
3. Es momento de actuar
Luego de identificar aquello que queremos cambiar, debemos actuar para resolverlo. Algunas veces no será fácil hacerlo solos, por lo que puedes apoyarte en ayuda profesional, en amigos y familiares.
4. Comenzar a dejar ir
Tal como el águila, es necesario soltar, arrancar todo lo que no nos permite volar; soltar malos hábitos, malos sentimientos, malas historias. Al llegar a este punto, tendremos visibles aquellas situaciones que no nos dejan fluir, por lo que será más sencillo eliminarlas.
5. Transformar tu vida por completo
Después de los pasos anteriores, es momento de cambiar aquello que ya decidiste soltar por todo lo que siempre has deseado y te hace bien en la vida. En otras palabras, primero hay que vaciar nuestro ser de lo que nos hace daño para entonces poder llenarlo con lo positivo que merecemos, y así, vivir de manera plena y no sólo “sobrevivir”, como lo hacíamos antes.
Como mencionamos al inicio, cambiar de vida es todo un proceso, tiene altas y bajas y puede tomar tiempo, pero garantiza un resultado. Renovar tu vida requiere de fortaleza y decisión, debes estar consciente de que no será fácil, habrá momentos de debilidad, de flaqueza, pero cuando esto ocurra, vuelve al paso número uno y continúa tu vuelo.
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