El Salmo 34:9-10 dice: “Ustedes, sus fieles, teman al Señor, pues a quienes le temen nunca les falta nada. Los cachorros del león chillan de hambre, pero los que buscan al Señor lo tienen todo”.
Esta promesa es para aquellos que deciden temer al Señor. El temor a Dios es alejarnos de toda clase de mal, es querer agradarle sobre todas las cosas, es ponerlo en primer lugar en nuestra vida y familia. Todo lo que hagamos, debe estar hecho en oración, en acuerdo con la palabra de Dios. Cuando tenemos esta actitud de compromiso, unidos al Espíritu de Dios, siguiendo su voz, encendiendo el fuego de su presencia; es cuando podemos estar seguros que nos guiará a todo tipo de victorias.
Si pretendemos que con nuestra propias fuerzas y habilidad, podremos tener todo bajo control en nuestra vida, estamos equivocados. Solo descansando y confiando en el amor de Dios, es que seremos verdaderamente libres y felices. Adora al Señor cada día, entra en su palabra, para que su palabra entre en ti. Pide que te de revelación y entendimiento. Si somos dependientes, buscando de todo corazón su presencia y sabiduría, nuestra vida podrá experimentar la promesa de este salmo 34.
Oremos así:
“Padre Celestial, te busco hoy con insistencia. Tu Espíritu me llene de gozo y libertad. Que tu amor me renueve. Se que tienes lo mejor para mi ahora y siempre. Creo, desato y recibo la promesa de que nada me hará falta en el nombre de Jesús. Amén”
FUENTE:http://avanzapormas.com/mensajes-cristianos/para-recibir-de-dios-necesitas-buscarlo/
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