El año en que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el Templo. (Isaías 6:1)
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La incertidumbre es un sentimiento que crea inquietud. Es producido por la falta de seguridad o certeza sobre lo que va a suceder. Está muy relacionado con el futuro. Hay personas que recientemente recibieron un diagnostico medico desfavorable y tienen temor e incertidumbre sobre que pasara de aquí en adelante. Otros poseían un buen trabajo, a causa de ello contrajeron obligaciones, créditos, sostiene una familia, pero ahora quedaron cesantes y no saben cómo podrán enfrentar el mes entrante todos sus compromisos.
Incertidumbre fue lo que sintió El profeta Isaías cuando murió el rey Uzías. Este había sido un buen rey, temeroso de Dios, quien había gobernado Israel por 52 años. “Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó” (2 crónicas 26.5) Durante su reinado la nación gozo de paz, prosperidad y el favor del Señor. Su fama había trascendido de tal forma que las naciones de alrededor le temían y no entraban en conflicto con él, dicen las escrituras que era amigo de la agricultura y también un gran estratega militar. Ahora el gran rey había muerto y el peligro estaba al acecho. Las naciones que siempre hicieron guerra a Israel podrían estar preparándose para una emboscada. ¿Quién sería el nuevo rey? ¿Sería piadoso y buscador del Señor trayendo así bendición al pueblo o sería un mandatario impío que solo traería muerte y destrucción? Se avecinaban nubes oscuras de incertidumbre en relación al futuro del país.
En ese momento Isaías tuvo una visión. En la misma vio al Señor sentado sobre un trono alto y sublime. Dios quería recordarle al profeta que por encima de todo reinado humano bueno o malo, y de cualquier situación Dios estaba gobernando y teniendo el control de todas las cosas. Puede que estés atravesando situaciones muy delicadas, la incertidumbre te causa temor e inquietud enfermiza, pero el Señor quiere recordarte que él está por encima de todo, y si le has entregado tu vida y el gobierna tu corazón, puedes tener la seguridad que el hará una obra grande y poderosa otorgándote la victoria que necesitas. No te preocupes deja todo asunto en las manos del rey soberano.
Oremos
Padre celestial, dejo toda incertidumbre a tus pies. No tengo seguridad acerca de lo que sucederá a partir de ahora, pero confió en tu soberanía y sé que mi vida te pertenece. Gracias por cuidarme y proveer para todas mis necesidades. En el nombre de Jesús Amen
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