Por Kenneth Copeland
Muchos cristianos pasan bastante tiempo preocupándose por la vida. Se preocupan por sus trabajos, sus familias, sus hijos, sus casas, sus actividades, el clima, el tráfico y muchas cosas más. La buena noticia es que Jesús murió para liberarte de la preocupación. Eso significa que no debe existir preocupación en tu vida. Lee estos cinco consejos que te ayudarán a vencer la preocupación.
Vence la preocupación reconociendo lo que realmente es
La preocupación es sólo otra palabra derivada del temor, y éste ha contaminado la fe de muchos creyentes. El temor les ha robado la victoria y los ha engañado haciéndolos aceptar la derrota. El temor ha privado a muchos creyentes de disfrutar la gran aventura de la vida cristiana. Como hijos de Dios nacidos de nuevo, ¡no debemos vivir de esa manera! Deberíamos ser las personas más valientes que el planeta haya visto. Todos los días deberíamos hacer las cosas que parecen imposibles de hacer a través de la fe, poniendo al mundo de cabeza por Jesús y ¡disfrutando el mejor tiempo de nuestras vidas!
Vence la preocupación entendiendo quién eres en realidad
Para que puedas vencer la preocupación, es esencial que entiendas quién eres. No sólo eres un pecador salvo por gracia. Tu hombre viejo murió en la Cruz. La naturaleza del pecado que heredaste de Adán fue crucificada juntamente con Cristo (Gálatas 2:20). ¡Ya murió y desapareció! Ahora, eres un hijo del Dios viviente. Tienes la naturaleza y vida de Jesús en tu interior.
Vence la preocupación acudiendo a la Fuente
Donde antes había una fuente de temor en tu interior, ahora hay una fuente de fe. La única forma que el enemigo puede usar para sembrar temor en ti, es alimentándolo en tu mente. Y también tratará de introducirlo en tu alma (en tu mente, en tu voluntad y en tus emociones) para que lo recibas y actúes conforme a éste. En su lugar, aliméntate de la PALABRA. Para ayudarte, verifica la lista de escrituras bíblicas que echan fuera el temor, a fin de que permanezcas firme y fuerte en contra de la preocupación.
Vence la preocupación viviendo en amor
En 1 Juan 4:18, leemos: «En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…». Las palabras que se traducen para “echar fuera” en este versículo, literalmente significan: “eliminar”. Cuando comienzas a practicar el amor de Dios, y la corriente del amor comienza a fluir, ésta ya no permitirá que el temor siga morando en ti. Y ya que la fe obra por el amor, mientras más fluya la corriente del amor, más fuerza cobrará tu fe. Y al final ¡te darás cuenta que todo el temor desaparecerá!
Vence la preocupación enfrentándola de inmediato
Muchos creyentes han dejado que la preocupación y el temor entren a su vida poco a poco, y conforme han pasado los años, se han acostumbrado a ellos. El temor ha llegado a formar parte de sus vidas, a tal punto que éste ha vendado sus ojos. Y como resultado, no hacen nada para eliminarlo, con la PALABRA de Dios.
Cada vez que sientas temor en tu interior, debería ser un indicador que algo no anda bien. En cuanto sientas miedo o preocupación, deténte en ese mismo momento; pelea contra eso, y declara: “Jesús, te amo y sé que también me amas tanto que no permitirás que las cosas malas agobien mi vida y la de mi familia. Padre celestial, en Juan 17:23 me enseñas que me amas tanto como amas a Jesús. Y en este momento recibo todo ese amor. Sé que tu amor se ha derramado en mi corazón por medio del Espíritu Santo y te agradezco por eso”.
No lo hagas sólo una o dos veces, hazlo cada vez que comiences a sentir ese conflicto. En cuanto se presente el problema, hazlo de inmediato —¡hazlo de inmediato!—.
Sigue y podrás deshacerte de la preocupación. Comienza a vivir en el estilo de vida sin temor, por el que Jesús murió y resucitó. ¡Tu vida debe comenzar a ser la gran aventura que Dios anhela que sea!
Sigue y podrás deshacerte de la preocupación. Comienza a vivir en el estilo de vida sin temor, por el que Jesús murió y resucitó. ¡Tu vida debe comenzar a ser la gran aventura que Dios anhela que sea!
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