Tres turistas mujeres, una morocha, una pelirroja y una rubia, son atrapadas en un pequeño pueblo y condenadas a morir en la silla eléctrica. Primero llevan a la morocha que dice:
—¡Soy egresada de la Universidad de Teología y Dios no permitirá que hagan esto!
Los verdugos bajan la palanca pero nada sucede, creyendo que se trata de un milagro la liberan.
Luego llevan a la pelirroja, que dice:
—¡Soy egresada de la Universidad de Leyes y la justicia no permitirá que hagan esto!
Los verdugos bajan la palanca pero nada sucede, creyendo que se trata de un milagro la liberan.
Luego llevan a la rubia, que dice:
—¡Soy egresada de la Universidad de Ciencias y si no enchufan este aparato nunca va a funcionar!
Un barco tenía un capitán muy valiente. Un día, la embarcación iba a ser atacada por un barco pirata. El capitán le dice a unos de sus soldados:
-Tráigame mi camisa roja!
El soldado se la lleva, y van a la batalla y ganan. Al otro día, vienen dos barcos piratas y el capitáan le vuelve a decir:
-Tráigame mi camisa roja!
Ese día vuelven a ganar. Entonces, el soldado le pregunta al capitán:
Capitán, por qué? cada vez que vamos a batalla usted pide su camisa roja?
-Porque si me llegan a heriri y boto sangre, ustedes no se darían cuenta, y seguirían peleando aunque yo no esté.
Al otro día, vienen 10 barcos piratas, y el capitán le dice:
-Tráigame mis pantalones marrones!
-Tráigame mi camisa roja!
El soldado se la lleva, y van a la batalla y ganan. Al otro día, vienen dos barcos piratas y el capitáan le vuelve a decir:
-Tráigame mi camisa roja!
Ese día vuelven a ganar. Entonces, el soldado le pregunta al capitán:
Capitán, por qué? cada vez que vamos a batalla usted pide su camisa roja?
-Porque si me llegan a heriri y boto sangre, ustedes no se darían cuenta, y seguirían peleando aunque yo no esté.
Al otro día, vienen 10 barcos piratas, y el capitán le dice:
-Tráigame mis pantalones marrones!
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