Por Mario Serrano
“Porque de la abundancia del corazón, habla la boca” (Mateo 12:34)
Mi querido amigo ¿cuáles fueron sus últimas palabras anoche? ¿Cuáles fueron sus primeras palabras en este día?
Al hablar con personas de diferentes estratos sociales, educativos y religiosos, uno puede notar inmediatamente las declaraciones negativas que se hacen a diario. A cada momento resaltan lo malo y lo trágico que ocurrió o que podría llegar a suceder. Se habla de lo malo, lo negativo dejando de lado y no conversando sobre las cosas buenas de la vida.
Al hablar con personas de diferentes estratos sociales, educativos y religiosos, uno puede notar inmediatamente las declaraciones negativas que se hacen a diario. A cada momento resaltan lo malo y lo trágico que ocurrió o que podría llegar a suceder. Se habla de lo malo, lo negativo dejando de lado y no conversando sobre las cosas buenas de la vida.
Esto nos muestra que el ser humano está lleno de temor, inseguridad y con sus palabras siembra cosas malas y negativas, por lo tanto eso también cosechará.
En los círculos religiosos, personas con biblia en mano solo resaltan el juicio y la condenación que vendrá sobre el mundo sin distinguir o mencionar los beneficios y la bendición sin igual que se desprenden del sacrificio de Cristo en la cruz. Sanidad divina, gozo, paz, perdón, restauración, prosperidad y felicidad solo son temas secundarios en sus charlas o simplemente evitan estos temas.
Este problema DE HABLAR EN FORMA NEGATIVA no se soluciona cambiando solo el vocabulario. Este problema radica en el corazón.
Si cambia nuestro corazón, cambiaran nuestras palabras. De lo contrario todo esfuerzo será inútil.
Amigo querido, decida hoy cambiar su corazón. No preste atención a todo lo que se dice. No dependa para sacar conclusiones objetivas del periodismo sensacionalista. Alimente su mente y corazón con la palabra de Dios, llene su vida de Dios. Cambie sus oraciones de queja e inseguridad por oraciones de victoria y de agradecimiento por todo lo bueno que haya recibido. Pida al Espíritu Santo que le ayude a mirar las cosas con una óptica diferente. Su corazón cambiara, su vocabulario cambiara, en fin… su vida cambiará.
Amigo querido, decida hoy cambiar su corazón. No preste atención a todo lo que se dice. No dependa para sacar conclusiones objetivas del periodismo sensacionalista. Alimente su mente y corazón con la palabra de Dios, llene su vida de Dios. Cambie sus oraciones de queja e inseguridad por oraciones de victoria y de agradecimiento por todo lo bueno que haya recibido. Pida al Espíritu Santo que le ayude a mirar las cosas con una óptica diferente. Su corazón cambiara, su vocabulario cambiara, en fin… su vida cambiará.
Oremos así:
Señor te pido que cambies mi corazón.
Quita el temor, la inseguridad, la incredulidad y ayúdame a vencer toda fuerza negativa que quiera tomar control de mí.Recibo tu poder para hablar con fe y declarar tus promesas en mi vida y familia.
Profetizo ahora y declaro sobre mis finanzas prosperidad y abundancia.
Profetizo ahora y declaro sobre mis finanzas prosperidad y abundancia.
Sobre mis hijos bendición y que son librados del mal y la enfermedad.
Sobre mi familia unidad y restauración.
En mi ministerio declaro grandes avances y mayores resultados que glorifiquen el nombre Señor.
Sobre mi vida profetizo salud, sabiduría, libertad financiera y espiritual, gozo, paz y restauración en todas las áreas de mi vida.
Sobre mi vida profetizo salud, sabiduría, libertad financiera y espiritual, gozo, paz y restauración en todas las áreas de mi vida.
Pido, creo, declaro y recibo todo esto en el nombre de Jesús, amén.
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