Por Esteban Correa
“Hoy se renovará tu mente para permanecer con pensamientos de victoria y triunfo. Dejarás de esperar cosas malas y temer al futuro. A partir de este momento no podrán penetrar en tus pensamientos ideas negativas ni de fracaso, naciste para ser más que vencedor en Cristo Jesús. Amén”
1 Samuel 17:37 dice: “¡El mismo Señor que me rescató de las garras del león y del oso me rescatará de este filisteo! Así que Saúl por fin accedió: —Está bien, adelante. ¡Y que el Señor esté contigo!” Cuando David quiso enfrentar a Goliat, lo primero que hizo fue recordar cómo Dios lo ayudó en el pasado. En el libro del Éxodo vemos como Dios le ordenó a su pueblo que recordará con señales y fiestas la poderosa liberación del yugo de Egipto. Ésto les renovaba su fe y devoción, los mantenía creyendo para ver más milagros de Dios. En el nuevo testamento Jesús dijo en cuanto a la cena del Señor: “Hagan esto en memoria de mi” Nos manda a recordar el sacrificio que nos abrió la puerta de la salvación y de todos sus beneficios. Por eso mantén siempre presente como superaste los problemas del pasado, como Dios te ayudó. Enfócate en los mejores recuerdos de tu familia, de tus victorias, de tus éxitos y de todo lo que hayas podido lograr, sea pequeño o grande, esos recuerdos son una señal de que lo que viene, será igual de bueno o mejor.
Oremos de esta forma: “Señor todopoderoso hoy decido creer y esperar la liberación de todos mis problemas, decido creer que todo lo puedo en Cristo que me fortalece, y que como estuviste conmigo en el pasado lo estarás también ahora y en el futuro, lo creo en el nombre de Jesús. Amén”
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